La estatua de 3000 años encontrada en El Cairo no era de Ramsés II sino del faraón Psamético I
Recientemente se llevó a cabo uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de las últimas décadas. Arqueólogos desenterraron un coloso de 8 metros de alto y 3.000 años de antigüedad que se creía representaba a Ramsés II, pero han descubierto que en realidad rendía tributo al faraón Psamético I.
La estatua milenaria fue descubierta enterrada en lo que actualmente es un barrio muy pobre de El Cairo, Egipto, cerca de las ruinas del templo de Ramsés. Su ubicación fue lo que llevó a creer a los arqueólogos que se trataba de una estatua del faraón mejor conocido como Ramsés el Grande, pero no fue así. En realidad la estatua fue construida para representar a un faraón que gobernó seis siglos más tarde.
El ministro de Antigüedades de Egipto reveló que, al estudiar de forma minuciosa la cabeza del coloso, se percataron de algunos detalles como la forma de la corona y los rasgos de rostro y los ojos, los cuales son característicos de esculturas durante otros períodos. Tras seguir buscando en las ruina encontraron reliquias enormes con inscripciones que confirmaron sus sospechas: la estatua no es de Ramsés II sino de Psamético I.
Este faraón tuvo uno de los reinados más largos en la historia de Egipto, entre el 664 a.C. y 610 a.C., para un total de 54 años al poder. Fue el responsable de fundar la dinastía saita al conseguir la independencia del Imperio asirio. Esta estatua se ha convertido, según los oficiales egipcios, en la mayor escultura encontrada de ese período.
El Ministerio de Antigüedades de Egipto ha comunicado que la antigua estatua egipcia recién descubierta en un suburbio de El Cairo no representa al rey Ramsés II, contrariamente a lo que inicialmente se había anunciado. La entidad gubernamental asegura ahora que la efigie corresponde al faraón Psamético I.
Los fragmentos de su estatua han sido trasladados al Museo Egipcio de El Cairo, donde serán restaurados y expuestos temporalmente.
Psamético I promovió la escritura demótica, que era más simple que la hierática, añadiendo nuevos signos.
ResponderEliminarDurante su viaje a Egipto, Heródoto oyó que el rey egipcio deseó descubrir la supuesta lengua original y para ello realizó un experimento. Dejó a dos niños recién nacidos a un pastor, con instrucciones de que nadie hablara con ellos, pero el pastor tendría que alimentarles y escucharlos para tratar de comprobar cuales eran sus primeras palabras.
ResponderEliminarLa hipótesis de Psamético habría sido, según Heródoto, que los seres humanos tenían una lengua original y que la primera palabra que pronunciasen los niños sería en dicha supuesta lengua. Nuevamente según Heródoto, la primera palabra pronunciada fue bekos, que en idioma frigio significa ‘pan’, por lo que se concluyó que esta lengua anatolia debía ser la primera de la humanidad. Sin embargo, ya en la antigüedad Aristófanes y Apolonio de Rodas sospecharon que bekos era un sonido onomatopéyico que imitaba el balido de las cabras con las que se alimentaba a los niños.
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