L'Âge mûr de Camille Claudel.
En
el taller donde Augusto Rodin se enfrentaba al mármol como una fuerza
convulsa de la naturaleza, un día entró a trabajar la escultora Camille
Claudel, una joven de 19 años poseída de una belleza delicada y llena
de talento. Era hermana del poeta, dramaturgo y diplomático Paul
Claudel; había estudiado arte en la academia Colarussi y aunque Camille
sólo quería aprender del maestro, muy pronto quedó enredada en la pasión
desordenada de aquel salvaje. Rodin la hizo suya y entre ellos se
estableció una relación tormentosa, neurótica y excitante, que daba
frutos de primera calidad. Camille le ayudaba a esculpir, le servía de
musa y de modelo, trabajó en las figuras de su obra monumental Las
Puertas del Infierno, le inspiró otros trabajos, que firmó ella en su
nombre y entre los dos hubo una colaboración no exenta de celos, puesto
que el talento de Camille Claudel pronto fue reconocido fuera del taller
cuando Octave Mirbeau proclamó públicamente su genio. En la famosa
escultura El Beso tal vez era la propia Camille Claudel la protagonista.
Esta incipiente gloria de su discípula laceraba el ego de Rodin, quien
al mismo tiempo admiraba su toque personal femenino como parte de su
propia alma.
Con esta joven se presentaba Rodin en las fiestas,
realizaba largos viajes, se coronaba a sí mismo en público como amante,
pero en la cocina y en la alcoba estaba la otra, la que le daba de comer
de rodillas, la que le aplacaba la carne rudimentaria. Pese a que Rodin
se había comprometido porcarta a casarse con Camille después de
embarazarla varias veces sin resultadofeliz, al final ella se dio cuenta
de que nunca lograría retener a su maestro.Rose Beuret lo tenía
agarrado por el lado más ciego y en esa zona oscura delsubconsciente
ella mandaba. Era madre de familia, criada, costurera, enfermeray aunque
muchas veces esta rivalidad entre las dos mujeres llegó a las
manos,también en la pelea era Rose Beuret la que arrastraba a aquella
joven de lospelos por el suelo del taller. A Camille sólo le quedaba
despedirse de sumaestro esculpiendo su dolor en un mármol excelso, L'Age
mûr, en la que apareceella suplicante, con las manos tendidas hacia
Rodin y a este dándole la espaldaarrastrado por un ángel caracterizado
de bruja.Los últimos amores despechados con Rodin los compartióCamille con el músico Claude Debussy, pero esta vez también fue batida porotras mujeres domésticas. En 1899 Debussy estaba casado con Rosalie Texier, ala que abandonó cinco años después para unirse a Emma Bardac, cantante, exesposa de banquero, que le dio un tormento de celos hasta conseguir que lahiciera su esposa. El músico jugaba a tres bandas. Camille Claudel trató devivir esta nueva pasión contra todas las reglas de la sociedad burguesa a laque escandalizaba con su libertad, pero tampoco Debussy apostó por ella másallá de la siesta del fauno, que después daría título a una famosa piezamusical.
Con el doble fracaso del corazón se iniciaron en Camille Claudel los primeros brotes de sus crisis nerviosas, pero su esquizofrenia iba creciendo pareja al éxito de su trabajo, cada día más reconocido por la crítica. Mientras las revistas de arte celebraban su talento, una extraña pulsión la inducía a destruir su obra como ella se estaba destruyendo a sí misma. Durante la inauguración de cualquier muestra de sus esculturas, rodeada de admiradores, la emprendía a martillazos contra los mármoles que había esculpido con tanta sensibilidad y no cesaba de golpearlos hasta verlos reducidos a esquirlas. La familia creía que su neurosis se debía a su vida disoluta. Excepto su padre que la defendió siempre, todos pensaron que debía ser internada, pero al morir su padre en 1919, el único que se oponía, Camille fue ingresada primero en el sanatorio de Ville-Evrard y poco después encerrada en el manicomio de Montdevergues. Su hermano Paul, el poeta, acababa de convertirse al catolicismo, conmovido por el impacto estético que le causó el entrar de improviso una noche de Navidad en la Notre-Dame durante la misa del gallo. Ni siquiera esta descarga de luz celestial sirvió para que ejerciera la caridad de atender la llamada de su hermana, que en los momentos de lucidez atormentada, le reclamaba que la sacara de aquel infierno. Camille permaneció en el manicomio los últimos treinta años de su vida. La familia prohibió que recibiera visitas y nadie fue nunca a verla.
Puede que Camille hubiera olvidado su propia memoria, pero aveces las nubes que oscurecían su cerebro se abrían y por un momento veía bailar algunas figuras en las sombras. Tal vez podía vislumbrarse cuando de niña en la Champagne jugaba con el barro y modelaba a su hermano Paul y a la criada Helène. O aquel día en que en el taller de Rodin inspiró al maestro su obra titulada Huye el amor, al pie de cuyo mármol, que trabajaron juntos, él la poseyó en el suelo por primera vez. Recordaría el viaje que hicieron a Roma y el éxtasis que experimentaron ante las esculturas de Bernini en la plaza Navona, aunque lasi mágenes se solapaban y no lograba distinguir si el que le hablaba con palabras ardientes en el oído era Debussy en unos pasadizos secretos de Venecia.
A la muerte de Paul Claudel, en 1955, se levantó el veto familiar que existía sobre la existencia de aquella mujer, que por lo visto servía de baldón para la buena fama del poeta católico. Cuando sus admiradores trataron de exhumar su cadáver para enterrarlo en un panteón de París y ofrecerle un homenaje público, en el manicomio contestaron que, debido a una sobras de ampliación del edificio, la tumba había desaparecido junto con la de otros pacientes olvidados por la familia.
Musée d'Orsay L'Âge mûr de Camille Claudel L’Âge Mûr. una de las esculturas mas famosas de Camille, aquí ella se ha representado arrodillada, implorando su amor y dirigiendo sus manos hacia Rodin, quien le da la espalda mientras una mujer ¿con alas?, medio ángel-medio bruja, que representa a Rose Beuret, se lo lleva.
ResponderEliminarDETALLE: implorando su amor a Rodin.
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